Al dia siguiente de vuelta a los talleres a las 12 del mediodia. Ese día vino una amiga de Barcelona, de mi clase de salsa del Mojito. Quedamos en el oso y el madroño (que por cierto pierde mucho cuando lo ves) y allí nos fuimos a desayunar algo. Ese dia bailé con ella en vez de con la chica madrileña. La verdad es que escogió el mejor dia para venir, los talleres fueron geniales. Al acabar me fui con Marta a comer al Mesón del Jamón y luego nos fuimos a pasear un rato y a ver una tienda de baile, porque ella ser queria comprar unos zapatos. Por cierto, subimos por una calle llamada Montera, al parecer famosa, y buff… mucho mas heavy que las ramblas de Barcelona, refiriéndome al número de señoritas que hay por allí.
Después, lo mismo que el dia anterior, a dormir un rato y por la noche, de fiesta. Esta vez Marta ya no pudo venir, porque iba con mas amigas y se fueron de fiesta a otro sitio. Allí nos lo pasamos genial, practicando e intentando recordar todos los pasos y coreografías que habíamos aprendido por la mañana. Una chica me pidió fuego y empezamos a hablar. Resulta que era de Praga, yo le comenté que iba la semana siguiente por turismo. Al parecer había un Congreso Internacional de Salsa en Praga justo los dias que yo iba. Así que me presentó a su pareja de baile, y me dieron el teléfono para invitarme al congreso. Al parecer son profesores allí y hacen exhibiciones. Así que fue una noche muy fructífera, que también era lo que buscaba aparte de diversión, hacer contactos.
Aquella noche acabamos sobre la misma hora y la chica de Madrid me explicó que no hacia falta taxi, que había un bus nocturno justo delante que me dejaba cerca de la pensión, así que me acompañó hasta la parada y nos despedimos hasta el dia siguiente.
Salu2. Alex.
17 de abril de 2007
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